

La mayoría de los jardines pueden acomodar un buen número de aves que van desde los gorriones comunes hasta los mirlos, mallarengues y cargolets. También pueden ser habitados por numerosos insectos beneficiosos, murciélagos, mariposas, etc.

Si proporcionamos alimento nutritivo y sano a los comederos, con agua a los abeuredors y lugares seguros para los nidos, podemos convertir cualquier jardín, por pequeño que sea, en una pequeña reserva natural. Los fabricantes de los diferentes productos especializados son verdaderos entusiastas de la conservación de las aves y han desarrollado sus productos basándose en la eficiencia, calidad y durabilidad.

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